CARTOGRAFÍAS. SAN AGUSTÍN ETLA. Exposición de Daniel Ventura.
Armando Fonseca
La primera vez que vi trabajar a Daniel Ventura fue en el Centro de Artes Gráficas de San Agustín Etla. La primera palabra que surgió para mí acerca de su obra fue la de rigor. Parecía absorto en una lucha contra la resistencia de algún material intangible. A toda resistencia precede una insistencia o mejor dicho, una incidencia. La mesa de trabajo estaba llena de objetos, de fotos y de retazos de papel. Se trataba y lo entendería después, de una lucha por construir desde estos fragmentos, un mapa.
Daniel Ventura sabe que el paisaje es algo más que la composición de naturaleza frente a él, que el paisaje es algo distinto a construcciones y sierras que dejamos atrás al avanzar, que la traza de San Agustín Etla puede encontrarse en las alas de un insecto sobre su mesa de trabajo o recorriendo la ciudad.
La obra de Daniel Ventura tiene su origen en el entorno más cercano y cotidiano. Es desde este punto de partida, que podríamos ubicar en cualquier sitio, donde comienza su caminata incesante. Y es que su obra nos habla de un lugar al que se puede regresar desde múltiples caminos, que a veces son palabra escrita o testimonio, imagen dibujada, fotografía u objetos recuperados durante su recorrido.
En los mapas de Daniel Ventura no se encuentran las calles de San Agustín Etla, encontramos un viaje que paradójicamente es una pausa que nos invita a reconocernos, a mirar con detenimiento los trayectos que en la cotidianidad ignoramos, nos hablan de lo que somos y de cómo vivimos.